lunes, 26 de agosto de 2013

Siete años en familia

Buenas noches:


Hoy se han cumplido siete años desde que María y yo fundamos esta familia. Bueno, "El Jefe", María y yo.

Supongo que tras siete años, muchas parejas miren al frente y al pasado y hacen balance, cada una según sus criterios...

Nosotros no tenemos más dinero en el banco que hace siete años, pero sí somos siete años más viejos y, sobretodo, estamos siete años más cerca de llegar.

Fer tiene 6 años, y ya es "mayor". María Isabel es la luna de mis noches y la musa de mis poesías, y a la vez, la niña de cuatro años y tres cuartos más descarada que he conocido. Jesús lleva tres años y tres meses viéndonos desde arriba.  José a sus dos años y dos meses es "José", con un morro de aquí a Estambul y una sonrisa que mira de este a oeste cada vez que la necesita. Luis es... No hay definición posible para Luis ni a sus ocho meses, ni seguramente en mucho tiempo...

Muchos se preocuparían de si sus hijos leen, suman, restan, corren o andan en bicicleta mejor que los de otros... Personalmente me preocupa más si saben diferenciar lo verdaderamente amable, rezar y obedecer, y por tanto, ser felices.

Llevamos siete años "bien invertidos", creo... Sobretodo yo, que cada día descubro un motivo más para haber hecho lo mismo, pero con mayor conocimiento gracias a María.

Buenas noches


martes, 13 de agosto de 2013

La salud...

Hola:

Hace mucho que no escribo... otra vez...

Estos meses hemos estado ocupados en el crecimiento de Fernando, María Isabel, José y Luis... ¡No paran de crecer ni un sólo día! ¡Ninguno de los cuatro!

Un día Fernando (6 años) llega proponiéndole multiplicaciones a María Isabel (4 y medio), y ésta, más preocupada por el largo de su camiseta que de la paz mundial, le mira como "si fuera un crío"... (Y las hazañas piscineras las dejamos para otro día...).

José (2), tan pronto le canta (y le baila) una nana a Luis (8 meses), como nos prepara un charco de dos litros en medio del pasillo... y no es de agua...

María, ¿qué contaros?, María es María y, aunque más dolorida de lo normal, siempre tiene una palabra amable, un mimo, un cariño y un beso para el enano que lo necesite.

Pero estos días estamos especialmente pendientes de dos asuntos: una operación (nada grave) de uno de los abuelos, que parece ha ido muy bien, y el diagnóstico de cáncer a una persona magnífica, madre de familia numerosa, y que esperamos responda pronto y bien al tratamiento.

Ahí os dejo los dos asuntos... ;)

Un abrazo,

Fernando